“La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte.”
Leonardo Da Vinci
Cuando surgía en la Italia del siglo XV el movimiento humanista comenzaba el fin de siglos de dogmatismo medieval. Las maneras de entender lo humano, la vida y el arte iban a cambiar para siempre. Se produjo una auténtica revolución socio-cultural de la mano de personalidades de grandísimo talento en diversas artes y ramas del conocimiento. Los humanistas reaccionaron contra del enfoque utilitario de la enseñanza en favor de una ciudadanía más autónoma y libre, capaz de hablar y escribir con elocuencia y por lo tanto participar de la vida cívica de sus comunidades poniendo en cuestión en última instancia, las antiguas jerarquías establecidas que parecían inamovibles. Hicieron del conocimiento su fe y extendieron sus inquietudes a todas las artes y ciencias, dando lugar a grandes y significativos avances científicos, morales, estéticos, sociales… Figuras como Galileo, Tomás Moro, Erasmo, Newton, Da Vinci… genios creativos que a menudo abarcaban en su grandeza gran variedad de saberes teóricos y prácticos, mantuvieron vivo el impulso de aquella revolución.
Sin pretender aquí establecer una comparación, si al menos hablaremos de un cierto paralelismo. Los años 60 serán recordados como el terremoto intelectual y cultural que sacudió los cimientos de una sociedad anclada en el pasado y cuyos jóvenes de talante crítico y revolucionario estaban dispuestos a derribar. La Primavera de Praga, los movimientos pacifistas contra la guerra de Vietnam, la revolución cultural China, el movimiento por los derechos civiles de Martin Luther King, el denominado Mayo del 68 francés… se extendieron como la pólvora por el resto de países y sus efectos socioculturales aún se sienten. Fue la década del despertar de la sexualidad vetada, del reposicionamiento de la mujer en un mundo profundamente machista, de la aparición de la contracultura hippie, de la vuelta a la naturaleza… Y todo ello apadrinado por una intelectualidad y arte comprometidos, valientes y provocadores. Una década convulsa en la que el desarrollo científico llevaba al hombre a pisar la Luna ampliando las fronteras de la tierra hasta donde sólo la literatura había imaginado. El cine, las letras, la música, tuvieron en aquellos años algunos de los referentes más importantes de nuestra historia. Como ya ocurriera en el siglo XV, los grandes nombres del arte vivieron y sangraron en los años 60. De entre todos ellos cabe destacar a 4 jóvenes inquietos y atrevidos de la castigada ciudad de Liverpool, cuyo empeño e increíble talento les llevó a lo más alto: The Beatles.
Fue la música su principal y más exitoso rol, con ella llenaron de armónica esperanza los saltos que el mundo estaba dando. Pero no sólo acompañaron como banda sonora, también fueron los causantes directos de muchos de esos saltos. Su genialidad creativa colocaba a su música siempre un paso por delante obligando al resto a saltar para alcanzarles. Como ya hicieran Galileo, Da Vinci, Erasmo o Newton, los 4 de Liverpool en cierto sentido tomaron las riendas de la innovación y revolución cultural de su tiempo.
Y es que el arte en toda su dimensión fue uno de los principales motores de aquella irrepetible década. Un arte comprometido con los acontecimientos que estaban recomponiendo el mundo. Y nuestros protagonistas, emulando sin saberlo a aquellos humanistas que llenaron de contenido el Renacimiento, hicieron del Arte su fuente de vida.
Artistas completos como Paul McCartney, que regresó a la galería de arte de Liverpool a la que acudía escapando del colegio junto a su amigo John para abrir su propia exhibición años más tarde. Unos 70 cuadros comprendidos entre 1987 y 2001 y seis esculturas de madera que el músico británico quiso compartir con el público. Compositor de obras clásicas, escritor de narrativa infantil, poeta… McCartney también se atrevió con el cine escribiendo y produciendo numerosos cortometrajes y llegando a dirigir un documental sobre el grupo de rock psicodélico Grateful Dead.
Y no olvidemos a John Lennon que empezó a dibujar y escribir a temprana edad. Compiló sus cuentos, poesías, tiras cómicas y caricaturas en un cuaderno de la Quarry Bank High School donde estudiaba, al que llamó Daily Howl. Publicó su primer libro In his own write en 1964 haciendo patente su inclinación por los juegos de palabras, la sátira y las cosas absurdas. Y tras conocer a Yoko Ono en la galería Indica en Londres, asombrado ante las obras que allí exponía, asumió el interés por el arte conceptual y experimental en los que la japonesa ya era bastante reconocida. Asi fue que la pareja convirtió en obra de arte acontecimientos de su propia vida, como fue aquella memorable estadía en cama por la paz mundial, la primera de muchas performance que harían juntos.
Así es como se entiende el evento que tendrá lugar el próximo domingo 13 de mayo en La Rambleta, “Valencia with The Beatles”, y que convertirá a Valencia provisionalmente en la capital mundial del universo Beatle y todo lo que ello implica. La Movida Valenciana reunirá artistas de diversas disciplinas recreando ese pluralismo cultural y creativo de la década de los 60. En torno a la música de The Beatles, que interpretaremos más de 20 músicos valencianos de diferentes formaciones, podremos disfrutar de la literatura, la danza y las ilustraciones que distintos talentos valencianos han preparado para la ocasión. El espíritu de los 4 genios de Liverpool condensado en una explosión artística sin igual, emulando aunque solo sea brevemente, aquella década maravillosa donde la creatividad dio su salto más grande. Para The Blisters será, sin lugar a dudas, todo un privilegio poder participar de ello.
Excelente!! Siempre qedan ganas de mas!!